Alimentos felices
El camino feliz no deja dolor. Es un continuo himno a la vita, respetada en todas sus formas. Los alimentos felices nutren los caminos felices.
Podemos nutrirnos de buenas emociones, pensamientos positivos, bellas imágenes, músicas que inspiran, alimentos solares, llenos de luz, fotones, enzimas, vitaminas… Podemos nutrirnos de odio, desamor, imágenes de horror, músicas vulgares y ruidosas, de oscuridad tenebrosa, de alimentos salpicados de dolor, de alimentos che niegan la vida y poco a poco la destruyen.
Los alimentos felices para los humanos son alimentos específicos para la especie humana y no otros. Los humanos no tiene dedos con garras, tampoco caninos afilados, no tienen el intestino corto típico de los animales carnívoros. No tiene saliva acida.
Los humanos no tiene el largo intestino de los rumiantes herbívoros, ni la capacidad de digerir cereales crudos como hacen las gallinas u otro pájaros. Ni digerir un huevo entero como puede hacer una serpiente. Antes de las grandes glaciaciones los humanos eran comedores de fruta. Luego los dramáticos eventos climáticos lo obligaron para sobrevivir, a comer de todo. Absolutamente todo lo que tenga un sabor más o meno agradable y que sea masticable se ha convertido en alimento para los humanos. Animales terrestres, insectos, pescados, algas, hierbas, semillas, flores, frutos… todo es comible. Hasta los humanos puedes estar inclusos en la lista.
Los animales libres de la prisión humana se alimentan solamente de alimentos específicos para cada una de las especie. Los leones se alimentan de carne de mamíferos recién cazados. La oveja de hierba, las jirafas solo de hojas de acacia. Grupos de monos comen solo plátanos y en caso de no encontrarlos comen otros frutos y hierbas, y no beben tampoco agua. Parece claro a quien observa con ojos claros que todos los seres vivos se alimentan en el respecto de un diseño, una organización, de una ley que proceden de una fuerza, una entidad, un principio superior. Todo meno el hombre y sus animales domésticos.
Después de la ultima glaciación el hombre se ha convertido en omnívoro, depredador universal, dueño de todo, sin volver a la anterior alimentación frugívora. Y se convirtió en matador universal, señor de la guerra. Guerras para dominar, guerra en contra de las otras especies vigentes, guerra al planeta Gaia, poco a poco reducido en un basurero. En la Era del Acuario la crisis ecológica es una amenaza para la vida del todo el planeta, focos de guerra en los Países considerados menos evolucionas y mataderos en cada ciudad. ¿Se puede caminar felizmente matando, robando e alimentándose de muerte?
Hace mucho tiempo Buda advirtió que no se puede alcanzar un cambio evolutivo sin cambio de alimentación. Y desde Pitágoras hasta Einstein, pasando por Leonardo y Gandhi, muchos humanos iluminados han indicado el camino feliz por medio de alimentos felices. El alimento feliz para los humanos es aquello destinado para él. Los frutos de los arboles y plantas terrestres: manzanas, peras, uva, pimientos, melones, calabazas… alimentos que el hombre puede recolectar con mano sin garras. La exquisita fruta dulce es el alimento especifico del hombre, comible sin esfuerzo, sin dificultades culinarias, sin fuego. Ningún animal se complica la vida para comer, como al hombre le gusta hacer.
Los animales frugívoros viven más de los herbívoros y la vida mas corta toca a los carnívoros con las garras ensangrentada. El hombre tendría que brillar en el camino evolutivo y ser la especie mas longeva. No lo es y vive en el imperio de las casas farmacéuticas, enfermo e infeliz bajo las garras de los médicos, psicólogos y psiquiatras porque se nutre de alimentos infelices, de cadáveres, de huevos y leche robadas a otros animales. Porque manipula hasta genéticamente (la nefasta, mafiosa Monsanto va considerada como el enemigo numero uno de la vida, de la ecología), cocina, llena de química que daña a cualquiera que la come.
Sin embargo bastaría, para vivir el doble de cuanto vive y sin martirios de bisturí y pastillas multicolores, ir a recolectar manzanas y comerlas a la sombra del árbol generoso.
Solo la pulpa de las manzanas, no la semilla. La semilla es dura y esconde cianuro porque no quiere ser comida, su destino es perpetuar la vida. El fruto jugoso besado por el sol es el alimento de la raza humana. La nuez no es un fruto es una semilla, destinada a crear un nuevo árbol de nueces y que puede ser usado como alimento por un exiguo numero di animales. Exiguo para que no se altere la ecología del sistema.
Los animales huyen a la vista de los depredadores. Semillas y hojas han desarrollado sustancias para defenderse. Por esto todos los alimentos no destinados a los hombre contienen sustancias criticas o nocivas: anti-enzimas en las legumbres, fitatos en los cereales, oxalato, lectinas aglutinantes y tóxicos varios. Al contrario los frutos son ricos de enzimas, de luz, de vida y la especie especificas para el hombre no contiene sustancias nocivas. Fruta dulce y casi-dulce, la acida no es aconsejable, las naranjas en primer lugar. Entonces manzanas, peras, albaricoque, melocotón, ciruelas, cerezas, fresas, frambuesas, arándanos… Y frutos hortaliza: melón, sandia, pimientos, berenjena, calabaza, pepino…
Frutos que contiene mucha agua y justa cantidad de macro y micro nutrientes que alimentan el cuerpo, lo cuidan, creando la base para una mente sana, y el espíritu puro. Son los únicos alimentos verdaderamente ecológicos pero solo cuando el cuidado de arboles y plantas respecta los principios ecológicos. Son alimentos que en máxima parte pueden ser comidos tal como son. Entonces nada de ollas, sartenes, fuego, gas, electricidad, platos para lavar, lavavajillas… Se ahorra mucho y se contamina mucho meno. Se gana mucho tiempo para dedicar a realizar nuestros sueños, a crecer culturalmente y espiritualmente. A crear bienestar y belleza.
Pero los humanos en general están adaptados a comer de todo y el camino hacia una alimentación vegetariana o vegana no es nada fácil ni exente de riesgos. Y llegar a poderse alimentar solo de frutos es al alcance de pocos. Los pocos que de verdad aman la vida, respetan la vida y contemplan y crea la belleza. Se puede empezar comiendo un día por semana solo fruta de arbustos y arboles y frutos hortalizas. Será un día de limpieza interna, de conciencia ecológica, de mucha menor violencia, de amor para uno mismo y para el planeta Tierra.