Juliette Gréco: “la Muse de l’existentialisme”.
Jean-Paul Sartre dijo de Gréco que tenía «millones de poemas en su voz». Nació en Montpellier el 7 de febrero de 1927 de un padre corso y una madre que se hizo activa en la Résistance, en el departamento de Hérault, en el sur de Francia. Fue criada por sus abuelos maternos y también ella se involucró en la Résistance, y fue atrapada por la Gestapo, junto con su hermana mayor, cuando tenía sólo 16 años. Fue liberada de la prisión de Fresnes unos meses más tarde. Se fue a Saint-Germain-des-Prés en 1946 después de que su madre dejó el país para Indochina. Gréco pasó los años de posguerra frecuentando los cafés de Saint Germain, sumergiéndose en la cultura bohemia política y filosófica de acuel tiempo. Como figura habitual en lugares de música y poesía como Le Tabou en Rue Dauphine, Gréco se reunió y tuvo una relación con Miles Davis a principios de los años 50, y conoció a Jean Cocteau, incluso tuvo un papel en la película de Cocteau “Orphée” en 1949.
Cantante y actriz de un especial carisma, de grandes cualidades, ha sido y sigue siendo, un mito. En aquella irrepetible estación que vio la canción francesa con una constelación de artistas (Brel, Brassens, Montand, Barbara, Aznavour, Piaf etc.) que iluminó el mundo con el teatro de la Olympia como templo universal de la canción, Juliette Gréco tuvo un papel catalizador. Fue mágica en sus inspirada interpretaciones de una fuerza elegante, refinada, como pocas.
!Aún en escena a sus 87 años!