Introducción a la musicoterapia
Grande es el potencial de la música no solo en relación al placer de la escucha o de elevación espiritual. Puede ser un poderoso instrumento terapéutico ayudando en la curación de muchas disfunciones y puede ser elegida como música funcional, a decir que apoya una tarea o uno estado psico-físico. Música para el sueño, música par el despertar, para correr, comer, crear, estudiar, para un determinado estado de animo etc. Y música planificada para estaciones, meses, horas del día. Y en fin música para conectarnos, afinarnos, armonizarnos con un planeta o un signo zodiacal, entrando así en el ámbito de la músico-astrología médica.
La música actúa profundamente sobre el sistema neurovegetativo, cardiovascular, respiratorio, gastrointestinal, muscular y de la piel. También favorece el fluir de relaciones emocionales y afectivas permitiendo cambiar nuestra postura hacia las dificultades de la vida, mejorar nuestro humor y nuestra capacidad de control.
La música es una herramienta terapéutica eficaz cuando se utiliza en la forma y circunstancia adecuada. Puede armonizar modelos de emociones, estructuras de consciencia y energía mental. Bien utilizada, la música tiene el poder de eliminar los estados emocionales rígidos y negativos y los pensamientos autodestructivos. Funciona porque los patrones musicales resuenan en el centro de nuestro estado rígido, haciéndose eco llevando la energía perturbada o negativa hacia una forma armonizada, reestructurada, positiva (obviamente, algunos tipos de música tienen el efecto contrario). La música, la meditación y la visualización son las herramientas más poderosas para lograr un cambio de conciencia. Es capaz de superar las barreras del pensamiento y hablar directamente a la zona emotiva, situada en el lóbulo temporal y sistema límbico del cerebro.
Toda la Creación es una sinfonía de frecuencias, de sonidos, cada cuerpo físico tiene su frecuencia natural, cada células cada órgano vibran a una frecuencia específica. La resonancia atrae y armoniza las células. El cerebro emite varias ondas según su estado: Beta, Alfa, Theta, Delta, Gamma.
Cuando un órgano entra en disfunción, enferma, por ejemplo una inflamación del hígado, hepatitis en el lenguaje médico, la frecuencia natural del hígado sano cambia, se desafina, podemos ayudarlo a recuperar su tonalidad con música o frecuencias adecuadas. Esto hacen los aparatos de bioresonancia tipo Mora. Pero se puede hacer con la voz, instrumentos musicales en musicoterapia activa y con música grabada en musicoterapia pasiva.
Muchos son los campos en donde la música puede actuar terapéuticamente, éstos son lo principales:
- Disturbios emotivos del niño y del adulto (ansia, depresión, pánico, etc.,)
- Disturbios relacionales del niño y del adulto.
- Disturbios mentales (neurosis, psicosis, anorexia etc.)
- Preparación al parto.
- Hándicap psíquico, físico y sensorial.
- Disturbios del lenguaje.
- Déficit auditivo.
- Coma.
- Patologías neurológicas (ictus, Parkinson etc.).
- Senescencia precoz.
- Senescencia patológica (demencia senil, Alzheimer, etc.).
Poco a poco publicaremos artículos sobre los temas que nos parecen importantes, como la ansiedad, la depresión o el insomnio. O temas que los lectores puedan señalarnos.