Vida cómoda, cuerpos débiles.
La ausencia de desafíos atrofia la poderosa maquinaria que es el cuerpo humano. Nuestra salud se resiente al vivir sin estrés, pasivamente, viendo la televisión cómodamente hundidos en un sofá comiendo papas fritas, bien calentados da una chimenea. El estés excesivo es nefasto, algo de estrés moderado es benefico. La vida comoda es despacho, supermercado, restaurante, smartphone, televisión, calefacción continua, cubrirse con demasiada ropa, no hacer casi nada a nivel fisico y mental…
Destruyen la salud y reducen la longevidad (podemos vivir hasta 150 anos, pero cerca de los 70 ya estamos cerca del final u casi siempre un triste final en un hospital) principalmente estos hábitos:
1. Alimentación excesiva, monotona y sin pausas, basada en carbohidratos y proteínas y pobre en grasas,
2. Vida sedentaria sin evitar la sarcopenia.
3. Limpieza corporal y ambiental excesiva.
4. Demasiada protección frente al frío y el calor.
5. Considerar el sol como un enemigo
6. No minimizar el uso de teléfonos movibles, wifi y en general la exposición a los campos electromagnéticos.
7. Vivir bajo tensión y estrés con nivel de cortisol elevado.
8. Tomar farmacos y hacerse vacunar, primeras causas de muerte en Occidente.
9. No dormir un sueño reparados en la horas oportunas.
10. No minimizar el contacto con los plásticos.
A lo largo de la evolución, los organismos vivos han tenido que adaptarse a condiciones y agentes adversos para lograr sobrevivir, por lo que han desarrollado diversos y complejos mecanismos para lidiar con ellos.
Se han identificado una serie de procesos conservadores durante los cuales una dosis baja o sub-letal de un agente o estímulo estressante es capaz de activar una respuesta adaptativa que incrementa la resistencia de una célula u organismo frente a un estrés más severo. A esta respuesta se le conoce como hormesis. Existen una gran cantidad de agentes horméticos entre los que se encuentran la radiación, el frío, el calor, los metales pesados, los antibióticos, el etanol, los agentes prooxidantes, el ejercicio y la restricción alimentaria. La respuesta hormética involucra la expresión de una gran cantidad de genes.
Restricción calórica, ayuno intermitente, cambios según estaciones.
Nuestra alimentación variaba con las estaciones. Comíamos más carbohidrato en verano y más proteína y grasa en invierno. Dietas constantes durante todo el año pueden hacer perder la flexibilidad metabólica.
Restricción calórica: déficit calórico de un 20-25% respecto a las calorías de mantenimiento (aproximadamente).
Ayuno Intermitente. Cincos días semanales de 16-18 horas de ayuno.
Dieta cetogénica, cetosis. Parte de los beneficios de la cetosis están mediados directamente por su efecto hormético.
La ausencia de estressores es perjudicial, el exceso también
Diseñamos una dieta de unas 1.650 calorías diarias, que representa un déficit de un 25% respecto a 2.200 calorías de mantenimiento (aproximadamente) para una persona de 70 kilos con actividad física moderada. Se puede llegar a un deficit del 40% estando sano, como ha demostrado la doctora rusa Shatalova con dietas incluso de 700 calorías, pero esto es sabio hacerlo con el asesoramiento de un terapeuta o medico experto.
Para determinar los macronutrientes para una dieta de 1.600 calorías (mas o menos) fijamos proteína y carbohidrato en gramos, rellenando el resto con grasa:
Proteína: 1 g/Kg de peso corpóreo de masa magra = 50 gr. = 205 calorias
Carbohidratos: 100 gramos (en maxima parte verduras ricas en fibra). = 410 calorias
Grasa: el resto mas o memos 120 gramos = 1000 calorias
Esto come momento de transición hacia la dieta cetogenica, ayuno intermitente, Omad.
El frío
Otro estresor beneficioso es el frío. Múltiples estudios alertan del riesgo de pasar mucho tiempo en nuestra zona de confort térmico. Esto reduce la actividad del tejido adiposo marrón y contribuye a la obesidad. Un minuto de ducha fría tras la ducha normal, además de entrenar al aire libre sin ropa de más es muy beneficioso. La doctora rusa Galina Shatalova alcanzó los 96 años de edad con un dieta vegetariana de 600-700 calorías y saliendo a correr todos los días, incluso bajo la lluvia o la nieve, vestida solo con un bañador.
Entrenamiento
Es un estressor hormético en sí mismo y minimiza además el riesgo de pérdida muscular. Son beneficiosos los entrenamientos cortos y de alta intensidad sin limitarse a un solo tipo de ejercicio: cuidar la flexibilidad con estiramientos, la resistencia con ejercicio aeróbico, carrera, bicicleta, natación, y la fuerza con ejercicio con carga.
Exceso de limpieza
Tener buenos hábitos de higiene es fundamental para conservar la salud, pero hay que tener en cuenta que no se debe caer en el error de exagerar en esta práctica. El exceso de limpieza hace que el sistema inmune no funcione como debe ser, ya que este se refuerza cuando tiene que trabajar para combatir las bacterias que se encuentran en el ambiente. Limpiarnos y limpiar demasiado y aun peor usando nefastos productos industriales nos debilita y envenena, y quedamos a la merced de muchos microorganismos que aparecen en cualquier lado y momento, es decir, nos estamos exponiendo a que nos ataquen toda clase de bacterias, virus y hongos que nuestro sistema inmune desconoce o no tiene suficiente capacidad de controlar.
Es tanto así, que un bebé al cual no se le permita siquiera tocar el suelo y al que se le mantenga en un ambiente exageradamente limpio, es seguro que crecerá con un sistema inmune demasiado débil y jamás tendrá la resistencia necesaria para combatir las enfermedades, aún algo tan simple como puede ser un resfriado. Por el contrario, en lugar de estarlo protegiendo, se está exponiendo a que durante toda su vida sufra de enfermedades mucho más complejas, graves y lo peor, crónicas.
Otra de las desventajas que se presenta con la práctica inadecuada de la limpieza, es lograr que las bacterias se acostumbren a los productos que se utilizan con regularidad y cada vez tendremos que recurrir a nuevos productos mucho más fuertes y dañinos.
Una persona debería ducharse con agua fría o templada quando es necesario, empleando jabónes suaves y naturales con Ph neutro o ligeramente acido. Un jabon agresivo reseca la piel al eliminar la grasa natural, cuyo principal objetivo es el de servir como un sistema de defensa. Una forma muy sencilla de mantener la piel sana es limpiarla con cepillado en seco, fregar con un paño húmedo (o mejor una espoña marina) y cuello, la cara, las axilas y los genitales. Y mantener la piel hidratada con aceites de la mejor calidad: los de almendras, coco y rosa mosqueta son entres los mas aconsejables.
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