Zarabanda, un largo viaje a ritmo lento
La zarabanda (o sarabanda) es una danza lenta, símil a la chacona, de ritmo ternario. Considerando como zarabanda la Folia su historia empieza en la época del Renacimiento para volverse popular en la época Barroca. Su origen no se puede especificar con exactitud, sin embargo, hay testimonios que sitúan la danza por los territorios hispánicos y las colonias de América. En sus inicios este baile tenía carácter popular y consistía en danzar de forma circular con giros y maneras sensuales. Se tiene primera constancia de la zarabanda en América central: en 1539, un baile llamado zarabanda se menciona en el poema Vida y tiempo de Maricastaña escrito en Panamá por Fernando de Guzmán Mejía. Otros autores otorgan a la zarabanda un origen exclusivamente español. También se discute su origen africano, habiendo llegado a España a través de la invasión musulmana. Los instrumentos que acompañaban a este baile, eran la guitarra barroca y la percusión con las castañuelas. Además de la instrumentación, se encontraba una parte vocal y la letras estaban relacionadas con la temática picaresca (erótica, política, social…).
Los moralistas de la época la consideraban un baile obsceno y despreciable. Sus principales detractores eran obviamente los verdaderos obscenos: eclesiásticos pedófilos, torturadores y asesinos (estaba en auge la terrible Inquisición), y fue por ello prohibida en España con esta orden: «A 3 de agosto de 1583, mandan los señores alcaldes de la casa y corte de su majestad, que ninguna persona sea osado de cantar, ni decir, por las calles ni casas ni en otra parte el cantar que llaman de la zarabanda, ni otros semejantes. Se pena de cada doscientos azotes y a los hombres de cada seis años de galeras y a las mujeres, de destierro del reino.» Pero esta absurdidad duró para un tiempo solo en España y la zarabanda siguió viva. Llegó a Italia, manteniendo su carácter popular y con una forma compositiva instrumental. Francia la adopta y la desvincula de sus raíces populares, elevándola a la danza cortesana. Se desarrollará dentro de la música culta, pasando a ser uno de los movimientos imprescindibles de las suites, además de incluirse en piezas para solista y en los ballets cortesanos. Se difundió por toda Europa, aunque en España quedó remplazada por su prima la chacona.
La zarabanda más famosa es la anónima La Folia cuya melodía aparece en piezas de varios compositores desde Monteverdi hasta Corelli y Händel. Aquí proponemos dos Folias interpretadas de manera magnifica por Jordi Savall. Sigue un ejemplos de zarabanda bailada, para después ir a una hermosa pieza de Corelli. Después tenemos una zarabanda Händel que Stanley Kubrick utilizó y volvió celebre con la banda sonora de la película Barry Lyndon. Siempre del la época barroca tenemos una pieza de Rameau y una de J.S. Bach, autor de varias zarabandas de extrema belleza.
En la época clásica y romántica la zarabanda cayó en desuso y fue resucitada hacia el final del siglo XX por compositores como Debussy, Satie, Britten y otros. Especialmente emocionante es la Sentimental sarabanda, tercero movimiento de la Simple Sinfonía de Britten: de esta pieza existe la interpretación estupenda del mismo autor y otras de directores celebres, pero aquí proponemos I Solisti di Pavia bajo la dirección de Enrico Dindo, que elige un tiempo más lento de lo normal (estilo Celibidache) que le permite un fraseo profundamente expresivo, haciendo resaltar la melodía de un manera que emociona al máximo grado, gracias también al uso sapiente de la dinámica y la claridad de la concertación. Y para concluir la delicada Zarabanda lejana con nos muestra un extraordinario guitarrista francés: Jérémy Jouve y la Zarabanda de Stanley Meyers, que aparece en una película que ganó cinco Oscar y que ve en juego uno de los guitarristas más prestigiosos del nuestro tiempo: John Williams.
Antonio Martin y Coll (1660-1734): Diferencias sobre las folias. Jordi Savall.
Charles Dieupart: Suite nº 6, sarabande.
Arcangelo Corelli: Sarabande, The New Classical Consortium
Benjamin Britten: Simple Symphony III. Sentimental Sarabande
I Solisti di Pavia, Enrico Dindo, direttore