Cécile Louise Stéphanie Chaminade
París, 8 de agosto de 1857 — Montecarlo, 13 de abril de 1944
“Mi amor es la música, de la cual yo soy la religiosa, la vestal.”
Querida Cécile,
¿Que hermosa eres! Tu belleza recuerda algunos cuadros de la pintora Berthe Morisot, tu contemporánea. Una belleza refinada, serenamente melancólica, alumbrada por una luz otoñal difusa, esfumada. Una belleza que se refleja en tu musica, no en toda, porque con frecuencia creas atmósferas solares, alegres, con ritmos de danzas ligeras, bailes para fiestas elegantes.
En el verano de 1865, un joven músico francés, Georges Bizet, te conoce en la ciudad francesa de Vésinet, tu tenías solo ocho años y tocaste para él y lo dejaste asombrado por tu precoz capacidad creadora y dominio del instrumento. Por esto Bizet empezó a llamarte “mon petit Mozart”.
Tu madre, pianista y cantante, fue tu primera maestra de música. Tu padre se opuso a tu entrada en el Conservatorio de París y estudiaste de forma privada con Savart, Félix Le Couppey y Benjamin Godard. Compositora precoz, a los ocho años ya escribías piezas de música religiosa. A los dieciocho años tu primer concierto. Realizaste diversas giras de conciertos por Francia y otros lugares, especialmente Inglaterra, país del cual te convertiría en visitante regular tras tu primera aparición en junio de 1892. Tu música se hizo tan popular allí que fuiste invitada de honor de la reina Victoria. También adquiriste una gran popularidad en los Estados Unidos de América. En otoño de 1908 realizaste una gira exitosa por este país, en el que recorriste doce ciudades, desde Boston a St. Louis. Fuiste recibida por el presidente Roosvelt, agasajada y admirada también en Canadá.
Marcaste la historia como la primera mujer que vivió de componer música. Musica con melodías de gran lirismo: las producía “como el manzano produce manzanas” dijo Camille Saint-Saëns. Hasta la muerte de tu padre, que en los últimos tiempos de su vida ya se mostraba orgulloso de tu carrera, escribiste lo que el mundo fuertemente masculinizado de su época llamaba “música seria”. A principios de 1880 apareció tu Trío para piano op.11, que tuvo mucho éxito. Tu primera pieza orquestal fue la Suite d´orchestre op. 20 (1881), años despues apareció la sinfonía Les Amazones (1888). Tu Concertstück op. 40 para piano y orquesta, estrenado en Amberes en 1888, muestra tu admiración para Wagner y Liszt. Tu maravilloso Concertino per flauta y orquesta op.107, altamente virtuosistico, hubo grande suceso.
A partir de la muerte de tu padre, que dejó una economía desastrada, debido a malas inversiones, la música se convirtió en el modo de ganarte la vida para ti y para tu madre, que fue, mientras vivió, tu fiel compañía. Eso podría explicar que escribiera muy poca “música seria”, sino piezas de piano de media dificultad y canciones acompañadas por el piano. Te revelaste una miniaturista extraordinaria, una creadora de pequeñas pieza poéticas, intimistas, a menudo descriptivas ( La lisonjera , Libélulas , Arlequina , La hilandera , Scaramouche , La ondina , Las sirenas , ¿Te acuerdas? , La luna perezosa… ). Este te proporcionó un enorme éxito en toda Europa y en Estados Unidos. El éxito de tus composiciones fue tal que se fundaban clubs de admiradoras, y no sólo de tu música, sino de tu estilo de mujer.
Tenías un público femenino que te adoraba, mientras la parte masculina, en máxima parte, denigraba tu trabajo, definido como música de salón, ligera, nada innovativa. Lo cierto es que tus canciones siguen siendo hoy en día pequeñas joyas. Pero tu musica está olvidada por gran público y sólo reservada a unas pocas personas muy cultas. Steel Moegle, una de tus estudiosas, defiende tu labor como compositora afirmando que tu llenaste con obras excelentes un espacio que la música clásica dejaba al descubierto. En definitiva, tu escribía para tus contemporáneas, para mujeres aficionadas a la música, pianistas y cantantes de mediano nivel. Musica deliciosa y no todas fácil de tocar, varias piezas piden un virtuosismo de alto nivel.
Pocos pianistas celebres mostraron interés para tus piezas, pero hay grabaciones del mitico Godowsky o del gran virtuoso Cherkassky que jugan a tu favor. Y quizás poco a poco saldrás del olvido, porqué en los últimos tiempos pianistas de máximo nivel como Hamelin y Libetta han interpretado musica tuya y la grabación por la prestigiosa Deutsche Grammophon de un disco de canciones interpretadas por la soprano Anne Sophie Van Otter es otro importante punto a tu favor. Pero ni en la portada ni en la carátula del disco figura tu nombre, apenas aparece en la contraportada y en letras pequeñas. El tuyo no es un nombre que “vende”, y para privilegiar a la cantante, se decidió ponerlo en segundo plano: una vergüenza.
Querida Cecile, tu tenías una verdadera conciencia de compositora y tu análisis acerca de las cualidades creativas de las mujeres y las barreras casi infranqueables que podían encontrar se reflejan claramente en estas palabras tuyas: “Yo no creo que las pocas mujeres que han alcanzado grandeza en el trabajo creativo sean la excepción, sino que pienso que la vida ha sido dura para las mujeres; no se les ha da do oportunidad, no se les ha dado seguridad… La mujer no ha sido considerada una fuerza de trabajo en el mundo y el trabajo que su sexo y condición les impone no ha sido ajustado a darle una completa idea para el desarrollo de lo mejor de sí misma. Ha sido incapacitada, y sólo unas pocas, a pesar de la fuerza de las circunstancias de la dificultad inherente, han sido capaces de conseguir lo mejor de esa incapacitación”.
El olvido progresivo del interés por el Romanticismo francés tardío provocó que tus casi 400 composiciones cayeran en el olvido. Pero con el tiempo resurgirán
Escuchas:
Chaminade plays «Pierrette» opus 41 (1901 rec.)
La pianista grabó varias piezas, preciosos documentos históricos.
«The Flatterer» Op. 50
Leopold Godowsky: pianista legendario, meraviglioso en piezas como esta.
“Automne – Etude” : Moura Lympany. Pieza muy famosa, la pianista inglesa la interpreta con gusto exquisito y técnica impeccabile.
«Autrefois» Op. 87
Shura Cherkassky. Una lección de estilo, tecnica, musicalidad casi insuperable. ¡ Que sonido: una secuencia de parlas! ¡Que fraseo, que atmosfera! Cantan hasta las pausas. Es entre las mas hermosas interpretaciones de la musica de Chaminade.
«Les Sylvains»
Francesco Libetta. El gran virtuoso italiano en una performance asombrosa per tecnica, bellezza de sonido, pathos lirico.
https://youtu.be/KxIJz8WPqO4
Trio No.1 in G minor, Op.11
El Tzigane Piano Trio, todo femenino, toca esta pieza con bravura y refinada musicalidad.
Konzertstuck Op. 40
Pianist: Rosario Marciano Orchestra: Radio Luxembourg Symphony Orchestra Conductor: Louis De Froment.
La más convincente versión de esta notable piezas.
Concertino for Flute and Piano op. 107
James Galway, flautista de excelente nivel, version de referencia.
Serenade Espagnole, Op.150
El mitico Fritz Kreisler… unico per charme, cantabile, portamentos, rubato… emblema de una epoca.
“Auprès de ma mie – Si j’étais l’oiseau léger “
Anne Sofie von Otter · Bengt Forsberg
Otra lección de clase suprema, canto expresivo al punto justo.
«Mignonne»
Text by Pierre de Ronsard (1524-1585)
Sensacional interpretación del contratenor Philippe Jaroussky. Al piano Jérôme Ducros.