En los brazos de Morfeo
Desde los abismos del sueño cada mañana la vida brota, resurge, se renueva. Sin sueño el cuerpo se desgasta, enferma, muere.
Importancia máxima tiene el sueño reparador, restaurador, sanador. Muchos lo buscan en vano y necesitan nefastas pastillas llevadoras de un falso sueño.
Muchos desconocen su importancia, su ritmo, su ecología. Pocos duermen de verdad. Aún menos viven de verdad.
La noche puede traer fantasmas y puede alumbrar la vida. En la oscuridad los sentidos sienten más, los pensamientos ganan claridad, al despertar pueden aparecer grandes ideas.
Sin luz solar no hay serotonina y sin oscuridad no hay melatonina, sin ellas la danza de las hormonas ya no es danza, como no lo es la danza de la vida.
En tiempos pasados la luz y oscuridad marcaban el danzar.
La luz artificial, entonces falsa, ha borrado la danza. Falsa luz, falso descanso, falso sueño, falsa belleza en un mundo de mentiras.
En las horas de la belleza, un par de horas después de las veintitrés, pocas personas duermen. Y la fealdad avanza y trae riqueza a quienes manejan bisturí y bòtox.
Retomar la ecología del sueño es la suprema bendición. Cenar ligero y temprano, algo de música inspiradora y tranquila, literatura feliz, meditación, mejor compartidas con personas amadas.
Cuando se apagan las cigarras, como los antiguos greicoromanos hacer un balance del día:el bien y los errores que hemos hecho.
Los grandes o pequeños heroísmos y las pequeñas o grandes cobardías o mezquindades. Como hemos cultivado el amor y la belleza.
Como hemos cuidado de nosotros y de los seres que amamos. Con la promesa de mejorar, todo se puede mejorar.
Después planificar el desayuno y la trama para el día siguiente y entregarse a los brazos de Morfeo. Aún mejor a los brazos de quién amamos, desnudos en el silencio y la oscuridad total.
Lejos lo más posible de campos electromagnéticos con el wifi apagado y el teléfono desconectado, sin despertador que no sea de los que imitan el amanecer o músicas para un suave despertar.
Y soñar sueños reveladores de las verdades.