Ernest Chausson, 20 de enero de 1855-10 de junio de 1899.
Chausson fue un amateur y esto quizás le negó la posibilidad de ser reconocido como un compositor de elevada categoría. Se benefició de un entorno muy propicio, pero comenzó su vida de compositor con escasa capacidad técnica. Pronto aprendió, ganando en maestría formal, alcanzando una capacidad de crear armonías, a menudo originales, inclusos audaces. Su música inicialmente escrita bajo la egida de su maestro Massenet, llegará poco a poco a ser construida sobre la herencia de César Frank y la influencia wagneriana.
Su obra se divide en tres periodos. El primero (1878-86) es marcado por su deuda con Massenet, con melodías elegantes y refinadas, Les papillons, una canción escrita en 1880, ofrece una ejemplo de la capacidad di crear melodías hermosas. Jessie Norman ha dejado una esplendida interpretación de esta sugestiva pieza.
El segundo periodo coincide con su nominación como secretario de la Société de Musique en 1886. Chausson se empeña al maximo es caraterizado paea deshacerse de la imagen de rico diletante que siempre lo acompañó. Entre las obras más destacadas de esta etapa tenemos el Poème de l’amour et de la mer (1882-93) de lo cual existen muchas importantes interpretaciones por cantantes del calibre Victoria de los Angeles, Janet Baker, Jessie Norman, Shirley Verret, Susan Gram. y muchas otras. El frente masculino es meno numeroso, pero podemos señalar el notable tenor ucranio Ivan Kozlovsky y el maravilloso barítono francés Gérard Souzay que nos ha dejado una lectura marcada por un estilo superfino y un musicalidad exquisita. A este periodo se incluye la Sinfonía op.20, que para nosotros hace de puente con la tercera fase de la vida a creativa de Chausson. Entres los directores de orquesta que han logrado penetrar más a fondo en el mundo expresivo de Chausson tenemos Francesco D’Avalos, que junto con la maravillosa Philarmonia Orquesta de Londres, ofrece una lectura de esta sinfonía clara y profundamente melódica que no esconde una cierta inquietud y un pesimismo que marcó el carácter de Chausson y su devoción hacia la expresividad wagneriana que D’Avalos justamente evidencia, con colores sombríos y un bien calibrada tensión dramática.
La muerte del padre de Chausson en 1894 marcó el principio del tercer periodo, caracterizado por la gran influencia que en él ejercen los poetas simbolistas y las lectura de los rusos Dostoievski y Tolstoi. La música de esta época se hace más dramática, más profunda, más inquieta. El Poème opus 25 para violín y orquesta, estrenado por Ysaye y muy apreciado por Debussy es su pieza más famosa. Hay muchísimas versiones de insignes violinista, con Ginette Nevau y Christian Ferras en prima línea. Este ultimo toca Chausson con un sentido poético y un belleza de sonido poco frecuentes.
Un accidente de bicicleta truncó prematuramente la vida de Chausson, proprio cuando su capacidad compositiva había llegado a un nivel que hacia presagiar más grandes logros.