Luigi Boccherini, hoy 1743, virtuoso “galante” más español que italiano
Luigi Boccherini puede ser considerado entres los más importantes compositores italianos de música instrumental del siglo XVIII y entres los primeros grandes virtuosos del violonchelo. Músico extraordinariamente fecundo, es autor de casi quinientas composiciones, entre las cuales figuran no menos de sesenta tríos, ciento dos cuartetos, ciento quince quintetos, dieciséis sextetos, dos octetos y veinte sinfonías Hijo de un contrabajista de la capilla palatina de Lucca, Boccherini nació el 19 de febrero de 1743. En su juventud conoció a Gluck y Sammartini, que influyeron en su estilo. Pronto tuvo éxito como violoncelista. Cuando llegó a Madrid en 1769 no fue bien recibido por los músicos de la corte de Carlos III, pero sí por el hermano del Rey, que llegaría a ser cardenal, aunque renunciaría luego y se retiraría a Arenas de San Pedro hasta su muerte, llevándose consigo al compositor. Pasó muchas penurias económicas y murió en la indigencia a Madrid en 1805 y aún espera de ser reconocido en todo su valor.
Maestro del estilo galante-rococó, Boccherini, con una refinada técnica de cuerdas, principalmente en el violonchelo, pidiendo posiciones extremadamente agudas, inusuales armónicos y hasta golpes de caja, dominó el contrapunto temático, utilizado a veces de una manera sublime.
En todos sus trabajos, el compositor sobresale por la riqueza de la invención melódica y por la fluidez del diálogo instrumental, llevado con una contagiosa alegría, una gracia y equilibrio a través de una sucesión de exquisiteces, entre las que se insinúan algunas veces acentos levemente patéticos: son famosos el Concierto para violoncelo y orquesta y el Minueto en la mayor. Escribió también la ópera La Clementina (1765), los oratorios juveniles Giuseppe riconosciuto y Gioas re di Giuda, un Stabat Mater (1800), una misa (1800), algunas cantatas y diversas arias.
Una especial atención merecen sus maravillosos Quintetos de Cuerdas y Guitarra, que marcando de manera importante la historia de este instrumento. Tomamos por ejemplo el quinteto para guitarra y cuerdas en Mi menor G 451: al igual que con sus otros siete quintetos de guitarra sobrevivientes, Boccherini adaptó esta obra de una anterior composición: el Quinteto para piano en mi menor, op.56/1 (1797). Este es el quinteto más avanzado estilísticamente, más clásico que rococó, y permite darnos un indicio de la intensidad del Romanticismo temprano en la expresión de momentos del primer movimiento, un Allegro moderado con pasajes oscuros e inquietantes, pero estos y los arrebatos «agitato» son realmente excepciones en el curso de un movimiento aún exquisitamente de estilo galante. Boccherini usa la guitarra de forma tan sutil que a veces no hace más que engrosar la textura de sonido del cuarteto de cuerdas.
Luigi Boccherini, Sinfonía in d-Moll/D minor, «La casa del diavolo» G.506 II. Andantino con moto, Tafelmusik, Leitung/Director: Jean Lamon
Piano Concerto in E-flat major, G.487 (c.1768), Pianist: Eckart Sellheim, plays on an John Broadwood & Son from 1804, Orchestra: Collegium Aureum, Conductor: Franzjosef Meier
FANDANGO (1798), Quintet for two violins, violoncello, guitar and castanets n. 4 in D major (G. 448), VI. Fandango