Cem Adrian, cantautor turco con voz increíble y letras de tristeza sublimada
Nacido en Turquía el 30 de noviembre de 1980, Cem Adrian es entonces un escorpio, con sus pasiones oscuras y profundas y su tender a los extremos, empezando por su voz che alcanza cincos octavas. Probabilmente no existe otro cantante que pueda llegar a tanto. A veces, como hace cantando Summertime, usa sus cuerdas vocales prodigiosas, largas tres veces los normal, por fines espectaculares, pero normalmente es introvertido, algo oscuro, expresando un dolor intenso pero sublimado. Compone sus piezas con un toque poetico relevante, sin esconder un cierto pesimismo. El impacto de sus canciones no deja deferentes al oyente sensible. No apto para quien necesita alegría.
Hemos elegido tres piezas significativas, y las dos turcas con traducción al español. En Youtube hay muchas mas canciones para quien desea conoscer mas este extraordinario artista.
Summertime
Cem Adrian & Fazıl Say – (Live – Bilkent) 2004
La mas increíble grabación de esta canción en absoluto. Dos virtuosos que rompen los limites…
Yalnızlık
Cem Adrian & Melis Danişmend – Yalnızlık (Live)
Soledad
El sol parece no iluminar tu rostro como lo hacia
no te acoge por dentro
parece no encontrarte
tus manos no pueden tocar un corazón
un papel, una pluma, un encendedor, un cigarro consumido, esa es tu vida
desentrañado, dejado, roto, perdido, todo hecho pedazos
este es el final del camino
soledad
te encuentras en se pequeño hoyo en el que estas escondido
soledad
te adormeces y haces el amor con ese cuerpo sin corazón
soledad
te acorrala en esa pequeña y estrecha casa
la soledad te mata
me mata
niños desamparados en medio de la soledad
soledad, en estas manos negras
te acurrucan con canciones de cuna llenas de mentiras.
Sen Benim
Tu eres yo
Siempre viene con el mismo silencio …
Siempre escucho la misma mentira,
Siempre las mismas caras, siempre las mismas voces …
No puedo decir, no me creo …
Ustedes son mis cumbres muertas …
Las palabras que nunca dije, las palabras que no dije …
Ustedes son mis manos que nunca se calientan …
Mi corazón que nunca se olvida, nunca olvidar …
Eres mi tierra desaparecida …
Las ventanas que cerré, esas cortinas que tomé con el sol …
Eres el silencio que nunca amé …
La forma en que perdí, la oscuridad que temía, los presagios que no podía soportar …
Ustedes son las ciudades que abandoné …
Mi zanja es el hoyo, mis manos que alcanzan, las que nunca he podido sostener …
¡Tú eres el que despedí!
Mis ojos me trago, mis ojos que nunca puedo abrir a la oscuridad de mi cúpula